Piso de Ernest

Aparco la moto frente al piso donde se supone que vive Ernest y espero a que Jenna se reuna conmigo.

Llego y aparco mi moto junto a la de Alicia, miro hacia el piso.
-Vamos, preparate porque vas a tener que usar la dominacion- digo, me acerco y toco al timbre.

Asiento.
- De acuerdo, nada de armas ni de malos modos, ¿Vale? déjame hablar a mí.

Le dirijo una mirada de hielo y arqueo una ceja.
-Pues venga, parlotea- le murmuro cuando contestan.

- Buenas noches, disculpe que le molestemos a estas horas, es la casa del señor Ernest DuNató Luren?- pregunto con voz segura.

- Cuerpo policial de Heaven, señor. Disculpe las molestias, pero nos han dado aviso de un robo en la zona y concretamente en este edificio. Necesitamos hablar con los vecinos y asegurarnos de que todo está en orden, ¿Le importaría abrirnos la puerta por favor?

Me acerco al interfono, ante la mirada de Alicia le hago un gesto para que se relaje.
-Señor DuNato no tenemos tiempo para tonterias ahora mismo, venimos por un asunto urgente relacionado con Lucrecio DuNato, el fallecido.

Me aparto de la puerta.
-Precisamente el demonio- musito inaudiblemente, saco el movil y les envio un mensaje a las demas "tenemos al hijo del viejales del cementerio, venid cagando leches"

- Señor DuNató, creo que es un tema lo suficientemente delicado como para no quiera que lo tratemos a voces en medio de la calle... ¿Le importaría dejarnos pasar? Nos gustaría poder hablar de ciertos asuntos sobre su padre con calma.

Les mando otro sms "exprimid al maximo a cada persona, los objetos pueden estar distribuidos, si alguien ve a una zorra mugrienta cuidado, en als napias guardaba Al Capone sus reservas de heroina"

Suspiro.
- Al parecer no tiene usted mayor reparo en que sus asuntos privados se traten en público así pues le cuento: venimos buscando unos objetos que pertenecieron a su padre en vida, un reloj de bolsillo de oro, un espejo de plata y un peine de bronce. Sólo queremos saber si los tiene usted, o su posible paradero.

Resoplo y me acerco a la puerta, le indico a Ali que conteste, cierro los ojos e intento crear insonorizacion sobre la puerta, para luego cargarmela.

Número aleatorio (1,100) : 39

- Podríamos decir que conocíamos a su padre... Antes de morir Lucrecio nos contó que no descansaría en paz sin esos tres objetos en su tumba, ¿usted quería a su padre, Ernest? Si es así es hora de que lo demuestre y haga algo por él. Si nos deja hablar con usted cara a cara, le diremos todo lo que quiera saber.

Me encojo de hombros, de todas formas no ha hecho falta, abro la puerta y subo al tercer piso con ali.

Empujo la puerta y respiro tranquila. Subo las escaleras seguida de Jenna hasta el tercero, preparada para cualquier cosa.

-Conociamos a su padre, nos hablo mucho de usted, antes de morir queria que lo enterraran junto a los tres objetos antes mencionados y que, ahsta que no sucediera, no seria feliz- cierro los ojos en plan afligido- hemos venido para ayudar a su padre a cumplir su ultima voluntad...

- A usted de nada- respondo- De su padre puedo decir que fue un hombre que ayudaba a los demás. A mí me ayudó, aunque si usted es policía e hijo suyo, supongo que finalmente ha debido heredar algo de la buena fe y el honor de Lucrecio. Señor DuNato, sólo quiero devolverle el favor que su padre me hizo en vida, y sé que él agradecería tener esos objetos en su lecho de muerte... Sólo deseo hacer cumplir su última voluntad, se lo prometí y he dedicado mucho tiempo a dar con algún familiar para llevar a cabo esa voluntad.